Relaciones, Lo Que Nos Une y Nos Desconecta
Si alguna vez has seguido la historia de Ross y Rachel en Friends, sabes que su relación fue todo un show: rupturas, reconciliaciones, malentendidos, y la famosa frase: “¡Estábamos en un descanso!”. Un verdadero sube y baja emocional. Ellos realmente se amaban, pero como suele pasar en muchas relaciones, la mala comunicación y las inseguridades personales causaron más drama que una novela de la tarde.
Pero claro, Friends es una comedia y todo acaba con risas.
Cuando esto pasa en la vida real, los problemas de pareja no son tan graciosos. Las discusiones, los silencios incómodos, y esa sensación de estar hablando dos idiomas diferentes pueden agotarte hasta el punto de pensar: “¿De verdad esto es amor o estamos repitiendo un guion de telenovela?”
A veces el problema no es la falta de amor, sino la falta de una comunicación efectiva y la incapacidad de manejar nuestras emociones.
¿Te está afectando tu relación?
- Cada discusión es como una película que ya has visto mil veces: siempre termina igual, pero nadie aprende la lección.
- Intentas hablar, pero parece que ambos tenéis un traductor mal calibrado, todo se entiende al revés.
- Aunque os amáis, seguís repitiendo los mismos patrones y acabáis lastimados.
- Los celos e inseguridades aparecen en tu cabeza como pop-ups en una web mal optimizada.
- Expectativas que no se cumplen: ¿lo que tú pensabas que iba a pasar? Pues no.
Más allá de la pareja: El laberinto emocional
Chandler Bing, era el tipo divertido de Friends, siempre tenía un comentario sarcástico listo para salir al rescate. Pero detrás de todo ese humor, Chandler escondía un gran miedo: el miedo a defraudar a los demás. Y, claro, esa inseguridad afectaba todas sus relaciones, no solo la amorosa, sino también la de amistad y familiares.
¿Te suena? Chandler usaba el humor como un escudo para evitar mostrar sus emociones reales, algo que muchos hacemos. “Si hago un chiste, nadie notará que me estoy derrumbando por dentro”. Pero evitar el problema solo lo empeora. Al final, hasta Chandler tuvo que enfrentarse a sus miedos y aprender a ser vulnerable.
¿Te sientes así en tus relaciones con familiares o amigos?
- Siempre te sientes responsable de mantener la paz, como el mediador en una guerra de amigos o familiares.
- Te cuesta poner límites y acabas diciendo “sí” a cosas que en realidad te agotan.
- Las emociones de los demás son como maletas pesadas que llevas contigo, aunque no quieras.
- Las relaciones familiares te abruman como una reunión interminable de grupo de WhatsApp.
- Te frustras porque no puedes ser tú mismo/a, siempre con miedo de decepcionar o causar problemas.
Las relaciones a veces parecen un rompecabezas interminable. Soy María, Psicóloga (Col. AN12698), y trabajo con personas que, como tú, se enfrentan a desafíos en sus relaciones, ya sea con su pareja, familia o amigos. Es fácil sentirse atascadx en discusiones que nunca se resuelven o en silencios incómodos que parecen decir más que las palabras.
Después de más de 20 años en pareja, he pasado por todas esas fases en las que parece que el diálogo no lleva a ninguna parte y uno empieza a cuestionar todo. Pero he aprendido que las relaciones no se construyen solas, requieren de trabajo, paciencia y, a veces, un cambio de perspectiva.
Desde un enfoque sistémico, me dedico a ayudarte a encontrar nuevas formas de comunicarte, a identificar los patrones que quizás no ves y que impiden que las cosas avancen. La clave no es imponer, sino aprender a dialogar de verdad. Porque cuando encontramos una manera de entendernos mejor, todo lo demás fluye de forma más natural.
Cómo nos relacionamos los unos con los otros muchas veces resulta intrigante. Las relaciones son donde realmente nos descubrimos, donde lo que somos se pone a prueba. Y en lo personal, he pasado por muchas etapas en mis propias relaciones: pareja, familia, amigos… cada una de ellas me ha enseñado algo diferente.
Llevo más de dos décadas en pareja, y a lo largo de ese tiempo, he aprendido que la comunicación es mucho más que hablar; es escuchar, aprender a soltar y crecer juntos.
También la maternidad ha cambiado completamente mi visión sobre cómo nos vinculamos y, sobre todo, cómo los vínculos crecen y cambian con el tiempo. Al igual que las personas, las relaciones necesitan espacio para crecer y transformarse.
Soy Psicóloga graduada con mención en Psicología de la Salud y Evaluación e Intervención Clínica. Curso Máster en Psicología General Sanitaria . Me he formado en metodologia integradora y realizado diferentes formaciones en trauma y apego.
Pero no todo es teoría. Mi enfoque es integrador, lo que me permite adaptarme a lo que tú necesitas. En cada sesión, trabajamos con la mirada sistémica para entender cómo tus relaciones influyen en tu bienestar, con el enfoque humanista, priorizando siempre tu experiencia y emociones, y con las herramientas prácticas de la terapia cognitivo conductual para que puedas gestionar mejor tus pensamientos y emociones.
La terapia no es una solución rápida, es un camino que vamos construyendo.
¿Qué hacemos en terapia?
Las relaciones, tanto de pareja como con amigos y familiares, pueden ser un terreno lleno de minas si no sabes por dónde pisar. En terapia, desactivamos esas minas emocionales y reconstruimos lo que realmente funciona.
- Identificamos los patrones dañinos: Porque repetir la misma discusión una y otra vez es como seguir viendo una película mala, esperando que el final sea diferente.
- Mejoramos la comunicación: Vas a aprender a decir lo que sientes sin que acabe en una guerra mundial emocional.
- Reconocemos tus emociones y necesidades: Sin que sientas culpa o miedo de expresar lo que necesitas.
- Fortalecemos la seguridad emocional: Para que puedas manejar esos momentos en los que la inseguridad amenaza con derrumbarte.
- Sanar relaciones pasadas: Para que dejes de arrastrar los fantasmas del pasado a cada nueva relación, ya sea de pareja, de amistad o familiar.
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